Administración científica y teoría clásica de la administración
La teoría clásica de la administración o enfoque clásico es un modelo que se
centra en la estructura de las organizaciones y sus funciones con el fin de
lograr una mayor productividad. A diferencia de las escuelas de relaciones
humanas y la neo humana relacionista, no se enfoca en las personas sino en el
funcionamiento estructural de la propia organización.
– Las empresas alcanzaron unas cotas de crecimiento muy altas, lo que hizo que su administración se complicara muchísimo. De este modo, surgió la planificación a largo plazo de la producción.
- Se hizo candente la necesidad de aumentar la productividad y eficiencia de las empresas, cada vez más grandes. Fue entonces cuando surgió la división del trabajo.
Este panorama fue la chispa que encendió la necesidad de una verdadera ciencia de la administración: un gran número de organizaciones de distintos tamaños, ineficientes, poco productivas, con empleados insatisfechos, en un mercado muy competitivo y con grandes pérdidas.
Es por ello que, al comienzo, Fayol y otros autores clásicos quisieron crear una ciencia administrativa con leyes o principios que pudieran resolver estos problemas del mismo modo que lo hacen las leyes científicas.
Al igual que cualquier otro tipo de ciencia, la administración debe apoyarse en una serie de principios. Fayol prefería llamarlos principios en vez de leyes ya que, según él, debían de ser flexibles, al igual que cualquier administración. Estos son sus 14 principios.
La administración científica, teoría científica de la administración o escuela científica consiste en la implementación de métodos científicos en los fenómenos y percances administrativos con la finalidad de obtener la eficiencia industrial. Surgió a mediados del siglo XX en los Estados Unidos como una respuesta a la poca oferta de personal obrero. Por esta razón, grandes pensadores se dieron cuenta de que la única forma de elevar la productividad era aumentando la eficiencia laboral de los trabajadores.
-Antecedentes de la disciplina administrativa
La administración tiene sus orígenes en el nacimiento de las civilizaciones antiguas. En los comienzos de la historia de la humanidad, los hombres decidieron agruparse con la finalidad de cubrir sus necesidades básicas de supervivencia.
Esto trajo como consecuencia que las primeras sociedades se asentaran y organizaran mediante una serie de reglas que protegían sus recursos.
Con el paso de los años los grupos humanos comenzaron a mejorar sus sistemas de elaboración de productos, lo que dio paso al origen de la administración.
Por consiguiente, la administración nació como un método para salvaguardar y reproducir los recursos, teniendo en cuenta las posibles fallas y las circunstancias bélicas o climáticas.
A continuación se presentan las principales características de la administración científica enunciadas por la teoría:
– Se aplican los métodos científicos dentro del problema global con el objetivo de formular principios que protejan los procesos estandarizados.
– Los salarios son altos, mientras que los costos unitarios de producción son bajos.
– Los empleados deben ser distribuidos en sus puestos de trabajo o de servicio de manera científica. Las condiciones laborales deben haber sido seleccionadas mediante un criterio científico, riguroso y objetivo.
– Los empleados deben contar con un enteramiento previo que los ayude a perfeccionar sus actitudes y aptitudes.
– La atmósfera laboral entre los trabajadores y la gerencia es cordial y cooperativa.
– La racionalización del trabajo debe estar fundamentada por una estructura empresarial que permita aplicar los principios de forma coherente.
Principios de la administración científica
Teniendo en cuenta la teoría de la administración científica de Frederick Taylor, se pueden establecer los siguientes principios:
Principio de excepción
Se trata de un sistema de control operacional que se basa en la premisa de que las decisiones más importantes deben estar asignadas a los superiores, mientras que los hechos más reducidos deben ser responsabilidad de los subordinados.
Principio de intensificación
Consiste en disminuir el tiempo de producción mediante la utilización adecuada de la materia prima y de los equipos. Luego de haber logrado esto, se debe incluir la colocación rápida del producto en el mercado.
Principio de economicidad
Toda empresa debe velar por la reducción del volumen de materia prima que está en transformación productiva.
Principio de productividad
Este principio consiste en el aumento de las capacidades de producción del hombre a través de los estudios especializados y los logros académicos y laborales, entre otros aspectos.
Además de los principios anteriormente señalados, Taylor añade otros factores a tener en cuenta:
Organización científica del trabajo
Los administradores deben reemplazar los métodos laborales ineficientes u obsoletos con actividades más adecuadas a las necesidades de la empresa.
Esto evita que la productividad disminuya y permite la protección de algunos factores de la compañía como el tiempo, las herramientas y las operaciones.
Selección y entrenamiento del personal
Los encargados deben seleccionar adecuadamente a sus futuros trabajadores teniendo en cuenta sus aptitudes y capacidades. Además, los trabajadores deben ser previamente entrenados en el oficio que van a desempeñar.
Cooperación entre operarios y directivos
Los administradores de la empresa deben incentivar a su personal mediante comisiones y bonificaciones. De esta manera el empleado se mostrará más animado a cooperar y a aumentar las ventas de la empresa.
Responsabilidad y autoridad compartida
Los superiores o administradores principales deben velar por la planeación y el trabajo mental de la empresa, mientras que los operarios se enfocan en el trabajo manual. Esto garantiza la división del trabajo.
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